MUSEO DE BELLAS ARTES DE BADAJOZ

ESCULTURA

  • Escultura de Torre-Isunza
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  • Escultura de Torre-Isunza

Pedro Torre-Isunza

Don Benito (Badajoz), 1892 – Madrid, 1982

Aunque sus primeros pasos en el ámbito de la escultura vienen dados de manera autodidacta, pronto se matriculará en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, para trasladarse después a Sevilla, donde frecuentará círculos artísticos y se relacionará con numerosos escultores. De nuevo en Madrid, trabará amistad con el reconocido escultor Mateo Inurria, bajo cuyas enseñanzas Torre Isunza irá desarrollando sus personales premisas escultóricas.

De este modo, su estética va a orientarse hacia un clasicismo bien definido, en el que las formas se caracterizan por su pureza y su desornamentación, así como por la rotundidad de sus volúmenes, consiguiendo nuestro escultor la consecución de un pronunciado realismo. Dentro de su producción escultórica, destaca el papel protagonista de la figura femenina, que va a representar ya desnuda, con toda la sobriedad de la Grecia clásica, o vestida. La mujer gitana también será capital en la producción de Torre-Isunza, en un momento en que el tipismo asociado al mundo calé también brillaba en la literatura de la mano de Lorca o en la música, con Falla.

El MUBA alberga una importante colección de obras del dombenitense, contando con más de un centenar entre sus fondos. En cuanto a las piezas más señeras, encontramos la Salomé, símbolo de la mujer fatal, que fue Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1922, y cuya matriz en yeso conserva el museo. Entre las representaciones de mujeres gitanas destaca la Gitana echadora de cartas, esculpida en 1928, una de las pocas esculturas que nuestro autor va a realizar de cuerpo entero y de tamaño natural.